
A diferencia de lo que muchos piensan, la equitación es mucho más que un hobby, se trata de uno de los deportes más completos que existen que aporta beneficios tanto físicos como psicológicos. Montar a caballo supone un ejercicio cardiovascular para el jinete, tonifica los músculos del abdomen, la espalda y las piernas, y además mejora la capacidad respiratoria.
Una de las mayores ventajas de la equitación está relacionada con el equilibrio. Cuando subimos a lomos del caballo nuestro tronco se mantiene erguido y esto ayuda a que la postura de la columna vertebral del jinete sea la correcta. Al mismo tiempo previene la espasticidad, un trastorno que afecta a la contracción muscular y que está asociado a múltiples enfermedades y discapacidades.
La equitación es el único deporte olímpico en el que el atleta está en contacto directo con un animal, y precisamente ese contacto con el caballo favorece la circulación sanguínea ya que la temperatura corporal de estos animales es más elevada que la de las personas (oscila entre los 37º y los 38º, mientras que en hombres y mujeres está entre 36º y 37º).
Otro gran beneficio que aporta el contacto con los caballos afecta al bienestar psicológico. Los caballos son impredecibles y por tanto es muy importante saber manejar todas las situaciones con calma y transmitirle esta sensación al animal. Este autocontrol resulta favorable a la hora de canalizar los miedos y fobias que pueden llegar a afectarnos en otros aspectos de nuestra vida cotidiana.
Por otro lado, la equitación requiere de mucha concentración, cualidad que ayuda a fortalecer la memoria y prevenir el envejecimiento prematuro de las neuronas. Y lo más importante, se trata de la actividad perfecta para practicarla al aire libre y en compañía de toda la familia.
En definitiva, si estás buscando un deporte completo para practicar y aún no te has decidido, no lo dudes, ¡la equitación es la mejor opción!