Hasta ahora se creía que sólo los humanos, chimpancés, perros y gatos podían utilizar el rostro con expresiones faciales complejas para comunicarse. Pues bien, un estudio de la Universidad de Sussex (Reino Unido) ha determinado que también los caballos utilizan diferentes músculos faciales -sobre todo en torno a la nariz, los labios y los ojos- para mostrar una variedad de expresiones que emplean en distintas situaciones sociales.
Los investigadores han identificado nada menos que 17 movimientos faciales diferentes en los caballos que utilizan para expresar sus sentimientos. Esos movimientos van desde poner las orejas hacia adelante o sacar la lengua hasta aumentar el ojo en blanco o el labio prensador. En los humanos el número de expresiones faciales distintas son 27, los chimpancés cuentan con 13 y los perros 16.
Los científicos han denominado EquiFACS (Sistema de Codificación de Acción Facial Equina) al sistema que permite distinguir las diferentes expresiones faciales de los caballos. Pero una cosa es determinar cuántas expresiones muestran con su rostro los caballos y otra muy distinta vincular esas expresiones con sentimientos concretos. Por eso, los expertos están tratando ahora de decodificar esas expresiones faciales complejas de los caballos para comprender que quieren comunicar con cada una de ellas. Este descubrimiento sería de gran ayuda para veterinarios o para entrenadores de caballos.
Hasta ahora se había pasado por alto el uso de las expresiones faciales de los caballos, dado que su rostro es muy diferente del de los humanos. Sí se sabía que son animales predominantemente visuales, y que su visión es mejor que la de los perros y gatos.
También reconocen las expresiones humanas
Los caballos no sólo tienen una gran variedad de expresiones faciales sino que también pueden descifrar los sentimientos que los humanos mostramos en nuestro rostro.
Un experimento realizado por la Universidad de Sussex con 28 caballos ha determinado que estos animales distinguían particularmente bien cuando un rostro humano estaba enfadado y reaccionaban de la misma manera ante este estímulo amenazante: al percibir el peligro, se les aceleraba el corazón, giraban la cabeza y miraban de lado, con el ojo izquierdo.
En cambio, reaccionaban menos ante rostros con expresiones positivas, quizá por que es especialmente importante para los caballos reconocer las amenazas en su entorno.