Nuestra dilatada experiencia como tienda hipica Madrid nos permite poder darte unos consejos para empezar a montar.
He aquí tres consejos básicos:
Antes de decidirte por una disciplina en concreto tienes que tomar clases para lograr una buena doma, ello te permitirá ganar seguridad cuando inicies la monta del caballo y, de esa manera, podrás abordar y solventar los obstáculos que se te presenten.
No salgas con el caballo a campo abierto o intentes saltar, a menos que domines los aires del caballo: el paso, el trote y el galope.
Es la mejor manera de evitar sustos y accidentes.
Es muy importante elegir un buen equipo: casco, pantalones, botas y guantes.
Es fundamental ya que sirven de protección y, en caso de sufrir alguna caída, pueden evitar que te lesiones. El casco, sobre todo para los principiantes, es básico, ya que la cabeza es muy frágil.
Para garantizar tu seguridad siempre debes llevar el casco bien ajustado y este debe ser homologado con la norma CE EN 1384, que es específica para este deporte.
El pantalón tiene que quedarte bien ceñido para evitar rozaduras y con refuerzo en la zona interior para evitar el desgaste del tejido. Las botas de caña alta son fundamentales para evitar pellizcarte la zona de los gemelos.
Siempre deben ser de suela lisa y con tacón y si tienen cremallera, ésta debe quedar en el exterior de la pierna nunca en el interior.
Los guantes no son algo imprescindible, pero sí son muy recomendables por dos razones: estos guantes de equitación normalmente cuentan con materiales adherentes en el interior que les proporcionan una muy buena fijación a las riendas y esa adherencia impide que se resbalen o escurran de las manos; en segundo lugar, a muchos caballos les da por cabecear o por dar tirones para liberarse de la presión que tienen en la boca y necesitamos tener bien cogidas las riendas, o, simplemente, la sujeción de las riendas produce a menudo una gran abrasión en nuestros dedos.
Un tercer y último consejo, que puede parecer baladí, pero que no lo es en absoluto es que nunca, jamás, bajo ningún concepto montes un caballo joven, por muy dócil que pueda parecerte.
Un potro no debes montarlo hasta que tengas experiencia suficiente como jinete
El dicho dice que el caballo viejo es para el jinete novel y el caballo joven es para el jinete viejo.